Gustavo Esteva trabaja tanto en forma independiente como en el seno de una variedad de organizaciones y comunidades mexicanas. Ha sido una figura clave en la fundación de diversas ONGs y redes mexicanas, latinoamericanas e internacionales, incluyendo Espacios de Innovación Tecnológica (que vincula e impulsa la interacción entre grupos y comunidades) y Autonomía, Descentralismo y Gestión (un agrupamiento de doce ONGs que apoyan a varios centenares de grupos de base). Prefiere llamar “hamacas” a esas organizaciones, más que redes o coaliciones, porque tratan de acomodarse a la forma de las iniciativas de sus miembros, en vez de imponerles requisitos de colaboración.
Aunque no es economista por entrenamiento, Gustavo recibió el Premio Nacional de Economía Política de México por sus contribuciones a la teoría de la inflación, y aunque no es sociólogo fue Presidente del Quinto Congreso Mundial de Sociología Rural. También fue Presidente de
Al principio de su carrera, Gustavo ocupó posiciones importantes tanto en empresas privadas como en el gobierno y parecía destinado a una carrera distinguida en el establecimiento. Sin embargo, llegó a la conclusión de que la solución a los problemas de la gente sólo puede provenir de ella misma y se puso a su servicio.
Gustavo es un conocido escritor, que ha publicado una docena de libros y más de 500 ensayos, en diversos países y lenguas. Edita el suplemento dominical de El Nacional y es columnista en otros periódicos mexicanos. Gustavo tiene especial interés en ampliar la conciencia pública sobre el impacto de las políticas públicas en la vida de los pobres. Trata de hacer accesible a una audiencia más amplia de intelectuales y líderes de opinión los puntos de vista y perspectivas de los pobres con los que está asociado.
Gustavo es una voz activa del segmento “desprofesionalizado” de la comunidad intelectual del sur. Rechaza tanto la terminología como las construcciones del desarrollo en todas sus formas, por considerarlos inherentemente destructivos de los procesos humanos a través de los cuales la gente común se empeña en recrear comunidad como una expresión creativa de su cultura y aspiraciones. Gustavo argumenta que aún las prescripciones del desarrollo “alternativo” conducen inexorablemente a privar a la gente del control de sus propias vidas y desplazan el control a los burócratas, los tecnócratas y los educadores. En vez de suponer que el progreso humano encaja en un molde predeterminado que conduce a la creciente homogeneización de culturas y estilos de vida, prefiere un “pluralismo radical” que honra y nutre la diversidad cultural distintiva y habilita muchos caminos para la realización de aspiraciones autodefinidas.
Gustavo Esteva no hablaría de sí mismo en los términos de estas notas preparadas a principios de los años 90, pero en ellas se encuentra una descripción cariñosa y respetuosa de su actividad que él puede apreciar. En estos años ha aumentado considerablemente el número de sus publicaciones y se ha ampliado y profundizado su activismo en comunidades y organizaciones. En 1996 fue asesor del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en sus negociaciones con el gobierno y desde entonces participa de una u otra manera en el zapatismo. Desde 1989 vive en un pequeño pueblo indio en Oaxaca, en el sur de México, y dedica una parte significativa de su actividad al Centro de Encuentros y Diálogos Interculturales y
[1] David C. Korten es un conocido escritor y activista internacional. Entre sus obras destacan When Corporation Rule the World y The Postcorporate World: There is Life After Capitalism.