30 diciembre 2006

CUENTA REGRESIVA PARA AFRICA

Por Wangari Maathai*

En julio de 2005, millones de personas llenaron estadios para los conciertos del Live 8 en apoyo del pueblo de Africa. También fue por los ciudadanos comunes que los líderes africanos viajaron hasta Escocia para reunirse con los jefes de Es tado del G8 ese invierno. Fue por esta misma gente que muchos individuos y organizaciones de todo el mundo llevaron a cabo la campaña Jubileo 2000 para el alivio de la deuda. Y en San Petersburgo, en julio de 2006, los líderes del G8 reafirmaron su compromiso con los objetivos que se habían fijado el año anterior, aunque no avanzaron más.

Pasó el tiempo y no hay señales de progreso en cuanto a cumplir los compromisos con el desarrollo de Africa formulados por los líderes mundiales y los militantes comprometidos.

Africa es una paradoja. Es uno de los continentes más ricos del planeta; sin embargo, la mayoría del pueblo africano sigue viviendo en la pobreza.


Una razón es que muchos africanos carecen del conocimiento, las habilidades, las herramientas y la voluntad política para crear riqueza a partir de sus recursos. Son incapaces de sumar valor a las materias primas para poder vender productos procesados en mercados locales e internacionales y negociar mejores precios y reglas comerciales favorables. Otra razón es que los ciudadanos comunes sufren cuando las deudas no se cancelan, cuando la asistencia financiera no llega o cuando se erigen barreras comerciales.

Yo también veo la necesidad de que los africanos comunes abracen un conjunto de valores, como el servicio por el bien común, y el compromiso, la persistencia y la paciencia hasta que se alcanza un objetivo. También necesitamos africanos que amen tanto a Africa como para querer proteger a sus países —su tierra— de los procesos ambientalmente destructivos.

Al pueblo de Africa se le debe permitir ganar confianza, dignidad y una sensación de valor propio. También se le debe proporcionar conocimiento, habilidades y herramientas para emprender la acción. Por esto el alivio de la deuda es tan importante.

Los africanos están llamados a alejarse de la ignorancia, la inercia, la apatía y el fatalismo. A caminar hacia la libertad económica y política. A caminar hacia un Africa libre de pobreza.


Copyright Clarín y Project Syndicate, 2006. Traducción de Claudia Martínez.

*PREMIO NOBEL DE LA PAZ 2004, VICEMINISTRA DEL MEDIO AMBIENTE, KENIA