08 julio 2006

FORMAS DE LA FELICIDAD

MEVLANA JALALUDIN RUMI (1207-1273) brilla como figura cumbre de la cultura persa, gema incomparable del complejo itinerario que algunos humanos recorren para fusionar su naturaleza terrena con la divinidad, su hálito transitorio con lo eterno que no admite márgenes ni definiciones. Mevlana significa “maestro” y si fuese necesario resumir sus visiones en una sola línea, bastaría decir que su enseñanza se basaba en afirmar que cada uno de nosotros es portador de un grano o semilla de luz, que sucumbe si no lo llenamos con nosotros mismos. Su siembra devocional se insertó en el marco del sufismo del siglo XIII, una de las epopeyas espirituales y psicológicas de la humanidad. Además de legarnos varios volúmenes de poesía y prosa trascendentales, Rumi fundó la Orden de los Derviches Danzantes. Decía que la plegaria tiene una forma, un sonido y una realidad física. Todo lo que posee una palabra, tiene un equivalente físico. Y todos los pensamientos tienen una acción. Lo demás fue la corporización del barakha, la gracia divina. El sufismo es una aventura, una meta de perfección humana alcanzada mediante la revisión y el despertar, dentro de la humanidad, de un órgano elevado de realización, consumación, o destino. Los sufíes creen que la humanidad evoluciona hacia cierto destino, y que todos formamos parte de tal evolución, lo sepamos o no. Rumi, que celebraba la Presencia, a la que llamaba el Amigo o el Amado, fue hallando dentro del hombre una fuerza poseedora de una energía secreta que, si se utilizaba de modo correcto, podía expandirse hasta el infinito. Y asumió esa potencialidad invisible como la causante de todas las formas que el ser humano comparte con el resto del universo.


FORMAS DE LA FELICIDAD

* Mi cabeza está estallando con el deleite de lo desconocido. Mi corazón se expande con mil despliegues. Cada célula adquiere alas y vuelan alrededor del mundo. Todas buscan los infinitos rostros de mi Amado.

* Somos condicionados por un juego del Amor. ¿Cómo puedes esperar que nos portemos bien y procedamos modestamente? ¿Cómo puedes esperar que nos quedemos en casa como niñitos buenos? ¿Cómo puedes esperar que disfrutemos si estamos encadenados como dementes? Oh, mi Amado, nos encontrarás todas las noches en tu calle, con los ojos pegados a tu ventana, esperando un destello de tu rostro refulgente.

* Los Amantes beberán vino noche y día. Beberán hasta que puedan rasgar los velos del intelecto y hasta fundir las capas de vergüenza y de modestia. Al Enamorarse, cuerpo, mente, corazón y alma no existen siquiera. Haz esto: enamórate, y nunca más estarás separado.

* Él te ha afligido en todas las direcciones para llevarte de regreso a lo que no tiene dirección.

* He vivido al borde de la locura,
tratando de conocer las razones,
aporreando la puerta.
De pronto se abre.
¡ He estado golpeando desde dentro !



Extraído del libro Amante del Amor, de J. Rumi (Longseller), Antología de prosas y poemas con un conocimiento divino forjado como una sabiduría del corazón, clave del esclarecimiento. Selección y traducción de Miguel Grinberg.